
26 de julio, de madrugada. Dos chicos volvían a su casa después de asistir a la fiesta mayor de Queralbs... pero algo sucedió...
Un imprevisto...
Volvían al hogar con la vejiga llena...
Y entonces, ante sus ojos, un regalo de la naturaleza, un lugar perfecto para evacuar agusto: el puente Olot. Pero, ¡ah! la caprichosa fortuna, quiso que la guardia civil andase por allí cerca...
Días más tarde, cuando creían que todo había pasado, llegaron a sus buzones sendas cartas con sendas multas de 750 € a pagar por senda carencia de civismo...
Hasta aquí la historia parece normal. Dos jóvenes que no tienen WC a mano y optan por utilizar la calle. En el centro de Madrid pasa todos los días. Además, se hacía en la prehistoria, ¿no? Tampoco les hiba tan mal...
No, a lo que yo voy es a la reacción de los ciudadanos de Ripoll (vecinos de los jóvenes) al conocer la noticia.
750 € les pareció excesivo. No podían quedarse de brazos cruzados mientras las personas éramos coartadas en nuestra libertad de orinar por ahí. Por ello, varios Ripollets no identificados (en un alarde de valentía han decidido no dar sus nombres a conocer) han organizado una manifestación "muy especial". Consiste en, tal como los medios de comunicación la llaman, una "meada popular". Así pues, el próximo día 22 de agosto, todos los que estén en contra han de dirigirse al puente Otlot a... bueno, a orinar. Todos a una. Porque unidos jamás serán vencidos y todo eso.
Creí haberlo oído todo después de saber de esta manifestación tan cívica...
Me equivocaba.
Los comentarios de la gente al respecto eran de lo más variopintos.
Estaban los que se encontraban a favor de esos 750 € a pagar para que así cundiera el ejemplo y también los que consideraban la multa excesiva pero no creían que una "meada popular" fuera la mejor opción. Y por supuesto estaban los que añadían que si te viene, te viene y no hay nada que hacer (sin comentarios por mi parte; si uno no da más de sí, no da). Pero no hablo de este tipo de opiniones. No, me refiero a otras del tipo: "la culpa es del gobierno que no pone baños públicos y si los pone hay que pagar" o "como en los bares hay que consumir si quieres ir al baño, no tienes más remedio que hacerlo en la calle".
Es aquí cuando yo me detengo a reflexionar. Resulta que la crisis (nosotros no somos tacaños, es la crisis que nos obliga) y el gobierno son también culpables de esto. Así, donde solo parecía haber un simple deseo de eliminar fluidos de desecho, se escondía un anhelo mucho más profundo... En realidad, están lanzando un mensaje claro y conciso a los altos mandatarios en una particular cruzada contra el gobierno.
Nosotros, ignorantes, nunca habríamos imaginado que lo hacen por un bien común, por esos baños públicos gratuitos, por el ahorro, por la libertad, por... por nosotros...
Y yo que creía que solo eran unos guarros...