lunes, 13 de julio de 2009

Soluciones contra la crisis: economistas, futbolistas y otros relatos


Dijo Aznar no hace mucho a XL El semanal: "Yo sé cómo salir de la crisis" y puesto que lo sabía ¿qué hizo? ¿se presentó en Moncloa para proponer sus ideas a Zapatero? ¿trabajó codo con codo con economistas del país para salir de la crisis?
Negativo. Cogió sus ideas y las escribió en un libro... Una se pregunta: ¿y si lo sabía por qué lo escribió en un libro? ¡Podría haber sido un héroe nacional! Pero no, él no buscaba votos para su partido, solo quería un best-seller. Eso, o no sabía cómo salir de la crisis. Pero, ¿por qué iba a mentirnos un político? Igual es que lo único que quería era imaginar a Zapatero sentado en su despacho, con un libro entre las manos, pasando las páginas con avidez, empapándose de su sabiduría... en definitiva, leyendo el libro que él había escrito.

Pero dejemos este tema, yo de economía no entiendo mucho. No es uno de esos temas que utilice en una conversación para lucirme y hacer saber a los demás lo mucho que sé. (Si no, habría escrito un libro). No, yo sólo sé lo justo: que las acciones suben y bajan y que una vez las acciones están arriba pueden bajar en cualquier momento. Al fin y al cabo no es ni el primero (recordemos el crack del 29) ni será el último desplome de las Bolsas. Así que dejemos a los economistas que se ocupen de que vuelvan a subir. Ahí la plebe no tenemos nada que hacer. Sólo nos queda estar prevenidos para la próxima. Por si acaso.
Algunos dirán que lo mejor que podemos hacer es colocar el dinero bajo una losa. Bueno, es una opción. No da beneficios pero las posibilidades de que te roben disminuyen considerablemente teniendo en cuenta que el oponente del ladrón es un banco... De todos modos, yo no pensaba en una solución como esa. Yo apunto más alto. Una solución que también te saca de la crisis a título particular pero por todo lo alto. Te convierte en uno de esos señores en cuyo diccionario no existe la palabra crisis. Y es lo más simple del mundo. No se trata sino de apelar a ese sentimiento que tiene todo niño cuando es pequeño. Es el momento de tener descendencia porque aunque parezca solo una boca más que alimentar, a la larga se convertirá en una gran fuente de ingresos. Se terminó el tiempo en el que los padres querían que sus hijos tuvieran carreras universitarias. Médicos, bomberos... no, a no ser que el niño haya nacido para ser notario, digan adios a la universidad. Madres, ya no importa que el niño se deje la piel en el terreno de juego que haya cerca de casa. Al contrario, es una buena señal. Porque lo mejor que puede hacer la criatura si quiere tener la vida resuelta es hacerse futbolista. Ahora más que nunca. Sí, ya, no es una novedad. ¿Entonces a qué esperan para presentar a los niños a castings para los clubes? Si el niño es bueno puede resultar una mina de oro. Y si por cualquier casualidad, no se le da bien el fútbol, siempre hay otros deportes. Que los demás no ganan tanto como sus compañeros del balompié pero tampoco se quedan cortos.
Y si encima resulta que el chico es guapo, mejor aún. Tendrá que trabajar menos y posar más. Aunque no debe descartarse la operación. Un cambio de imagen a tiempo puede solucionar muchos problemas (pero con cuidado que una vez hecha no hay vuelta atrás).
Así, el joven futbolista, después de varios años subiendo de categoría en categoría, llegará a un equipo profesional y a partir de ahí todo serán rosas y laureles. Porque será en ese momento cuando cobrará millones por no hacer nada. Darle unas pataditas a un balón de cuando en cuando para mantener el tipo y poco más. Y cuando el agotado deportista se canse del arduo trabajo que realiza, no tiene más que seguir haciendo lo que hasta entonces pero de forma más acusada. Es decir: nada. ¿Qué le puede pasar? ¿le echarán del equipo? Una pena. Con todo lo que ha ido amasando hasta entonces no notará la diferencia...
Pero ¿y si es una niña? ¿y si se trunca la carrera del joven futbolista antes de empezar? No hay problema. Entonces habrá que tomar una solución más drástica. Al chic@ le quedará ser el novi@, amante y/o "persona que una vez se cruzó por la calle a un(a) famos@ y no se dignó a saludarle". Atentará contra su dignidad (¿digni qué? ¿alguien escuchó alguna vez esa palabra?) pero la crisis (incluso la vida de ciudadano medio) será un lejano recuerdo.
Será entonces cuando podamos decir "¿crisis? ¿es que hay crisis?"
Está claro que quien no llega a fin de mes es porque quiere...




3 comentarios:

  1. Otto Von Bishmark21 de julio de 2009, 9:24

    Sinceramente, este no lo había leido hasta ahora... es al único que le encuentro pegas, en lo que a contenido se refiere...

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  2. Es el primero... Te animo a que me digas cuáles son las pegas ^^

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  3. Bueno, no es que sepa dirigir muy bien las críticas, pero haré lo que pueda... Pasas de un tema a otro sin venir a cuento, el texto está como... vacío... empieza muy prometedor, parece una crítica que haría temblar a Aznar como un flan de los de a duro el kilo, pero pasa a hablar de lo de hacerse futbolista, como sin venir a cuento, centrándose en eso, cuando la idea que te haces al empezar es otra... es como un chiste muy largo... aun así, también hay cosas buenas... me gusta la forma en la que está escrito, porque largo o no, es un chiste que se hace llevadero...

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